viernes, 18 de octubre de 2013

El Sr. Rayon atenta contra la memoria de las victimas del terrorismo estatal.


El censor de la Universidad Nacional, el grupo que con una efigie personal rotulada bajo el título del “señor Rayón” o “Rayadoman”, genera de nuevo indignación en la comunidad universitaria. El grupo modificó un graffitti al interior del claustro en alusión a Óscar Salas, estudiante de la Universidad Distrital asesinado en 2008 por el ESMAD de la Policía Nacional; el mensaje original no enaltecía un movimiento estudiantil o político sino que rememoraba en una frase la memoria de Salas; el mensaje que decía: “¡Óscar Salas vive!” fue cambiado a “¡Óscar Wilde vive!”

El insuceso marca el paradigma político en el cual el grupo actúa; mostrando así una aparente mediocridad que denota un abuso de poder... Aristóteles argumentaba que cualquier acción humana, es una acción política; y las acciones de este grupo demuestran su talante ideológico. Azuzar el olvido y la censura de la historia a través de una vil excusa como la de “mártires utilizados” es la estrategia narcicista de este grupo de saboteadores para, con la misma libertad de expresión que pregonan, atacar la de los contrarios a su pensamiento ortodoxo.. Rápidamente estudiantes y comunidad en general, entre ellos la mamá de Óscar Salas, repudiaron el hecho y llamaron a la cordura del grupo. Recopilamos algunos comentarios y opiniones sobre el caso:

Manuel Alejandro Ramírez: “No veo por qué esto tenga que ser utilizado para la burla... Salas no era guerrillero ni nada por el estilo, por ende ya carece de toda lógica atentar contra la memoria y el dolor de muchas personas...”

Óscar Trujillo: “Fácil es la burla cuando no se conoce el trabajo de los demás (organizaciones enteras consagradas trabajando contra la impunidad sin ninguna clase de posibilidad de difusión). Pero más fácil es justificar una acción que, a primera vista, ni tiene nada de educativo, ni refuerza el mismo proyecto por el cual se identifica. El Sr. Rayón, a fuerza de verse como un representante de aquellos que piensan que es inútil tanto el mensaje urbano, como la apropiación del espacio (las paredes) para fines artísticos y políticos; irónicamente, no cae en cuenta que él mismo es el que, -con su polémica brocha- recrea lo que ataca. Él mismo, en un punto de la línea, pasa a ser parte de lo antagónico del mensaje; la censura. Pero lo más polémico, es que no es una censura normal, de gobierno barato, sino una censura que se omite y que se viola a sí misma. Y es que aquella misma, que niega la muerte de campesinos, sindicalistas, políticos consagrados a nivel nacional, y estudiantes como Óscar Salas a nivel local; no cabe en el imaginario de un personaje que no reconoce el esfuerzo de otros por tratar de incluir en la historia de “los vencedores”, una víctima más de la injusticia política de este país. Por otro lado, si Oscar Salas no significa impunidad en la Universidad Nacional de Colombia, merecemos que nos maten a uno por uno de la misma manera como lo hicieron con él.”

Ilya González: “el asunto es que la memoria de las víctimas no debe ser objeto de burla cínica, detrás de sus nombres hay demasiado dolor y sobre todo un llamado a la conciencia política y a la solidaridad... Hubiera preferido, si de un acto político se trata, que sin más hipocresía cambiara "Salas" por "Zuluaga": al menos tendría el honor de mostrar de una vez a quien invoca con su escuálida acción.”

Nelson Aguilar, consejo académico de estudiantes: “semejante pendejo, quisiera verlo haciendo eso frente a la familia de Óscar; qué basura esta vaina; mucha de la Universidad Nacional sigue estando más preocupada por un pendejo en pañales que por el asesinato de Óscar... las personas son mucho mas que síntomas de la historia, para que este imbécil las trate como basura.”

Ana Benilda ángel Orjuela, madre de Óscar Salas: “mi dolor continúa intacto, no importa que la indolencia sea el pan diario; yo continúo con mi lucha, un día se hará justicia y no importa que me toque sola. Mi voz alcanzará para muchos y muchas madres y familiares que por una razón u otra este Estado nos arrebata nuestros seres amados sólo por el hecho de tener pensamientos distintos a los matones de la Policía y demás militares desmadrados. Jamas me rendiré, aunque se me cierren mil puertas en la cara; yo sé tocar, porque mi corazón de madre no dejará de sangrar hasta que alguien escuche mi grito de justicia paz y reparación.”

Yuri Enrique Neira: padre de Nicolás Neira, asesinado por la Policía: “Muy seguramente ese joven es hijo de policía o de los tantos infiltrados que tiene la universidad para dañar la imagen de los mártires o del campus.”

Frente a las críticas del periódico El Macarenazoo sobre el hecho - pues consideramos a Óscar como un compañero abatido por el Estado, estudiamos con él en el 2006 cuando fue asesinado, y éste fue uno de los pocos medios de comunicación que en su momento develó un poco de verdad sobre el caso - el Sr Rayón consideró nuestras exigencias a que se rectifique la imagen y memoria de este estudiante como un “mal intento de amenaza.” Esperaríamos que con los comentarios, y sobre todo de su madre, se haga pública su disculpa, más teniendo en cuenta la impunidad reinante sobre el execrable crimen que el sujeto borró, no sólo de la pared, sino que quiso eludir con burla, cinismo, fachada de artístico, y con señalamientos infundados contra supuestas organizaciones y grupos que dizque utilizan la imagen de Óscar.

La comunidad universitaria digna y gallarda podría considerar al Sr Rayón una “persona” (un grupo más bien) no grato en la institución. 

Fuente: El Macarenazoo

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